Chávez a través de sus ideas: El pensamiento crítico.
Por:
Manuel Azuaje
El
impacto del paso de Hugo Chávez por este tiempo aún no ha sido calculado. Sin
embargo, no dejó nada intacto. Cerca de cumplirse cuatro años de su partida,
las repercusiones de las transformaciones y los cambios recientes producen un
estado general de expectativa. Pero no hay tiempo que perder, es necesario
continuar con su lucha y las posibilidades que ésta abrió. Debemos volver sobre
sus pasos para comprender quién fue y qué somos después de él. Una de las
tareas pendientes corresponde al estudio de sus ideas, sumar esfuerzos en ese
sentido es el objetivo se propone este espacio, aspirando a la discusión y al
intercambio necesarios.
Las
ideas de Chávez fueron determinadas por acciones y ese es nuestro punto de
partida. Se dio a conocer gracias a un acto radical y arriesgado, que consolidó
con aquellas palabras dirigidas a todo el país. Esa relación entre acción y
discurso será definitiva en su manera de presentar y articular las ideas. Por
eso, iniciamos este proyecto analizando el
discurso en la I edición del Premio Libertador al Pensamiento Crítico[1] y la
concepción de éste que ahí desarrolla.
La
convocatoria reunió a cientos de personas esa noche en el Teatro Teresa
Carreño. Luego de saludar a los presentes, con especial atención en Franz
Hinkelammert, el ganador de ese año, Chávez dedicó sus palabras a los jóvenes.
Para exponer la primera condición del pensamiento crítico utilizó dos
referentes, no solo de él, sino de todo el pueblo venezolano: Simón Rodríguez y
Simón Bolívar. Al respecto, definió al primer Simón como “mucho más crítico”.
Con eso en mente leyó el Juramento en el Monte Sacro y Consejo de
amigos dado al Colegio de Latacunga. A partir de ambos deduce la
primera característica:
“El
pensamiento crítico tiene esa característica, debe ir al fondo, debe ser
radical; radical porque se debe ir a la raíz de los problemas, a la raíz de
las situaciones, a la raíz de la vida y
de los fenómenos.”
Esa
idea permite comprender la radicalidad en dos sentidos: uno de ellos consiste
en dirigirse a la referencia directa, al origen de los problemas; el otro
supone ir a la raíz de la historia, encontrando en ella esos pensadores y
líderes que forman parte de la tradición emancipadora de nuestros pueblos. El
pensamiento crítico, es radical en la medida en que encuentra en la historia la
raíz de los problemas actuales, dando un contenido histórico a esas
situaciones. Entonces, la primera condición expuesta por Chávez es la
radicalidad, no solo de ir a la raíz de los problemas, sino también de nuestra
historia, actualizando de manera revolucionaria las ideas y acciones de sus
principales figuras.
De
ese modo, Simón Rodríguez se convierte en una herramienta fundamental y un
referente común para comprender el pensamiento crítico. Robinson, definió la krisis,
a partir de su etimología griega, como un situación en la que hay que decidir,
una circunstancia que obliga a tomar partido. A partir de este análisis, se
determina la capacidad de “juzgar con rectitud” teniendo como eje la razón.
Pero una racionalidad, que en momentos claves, provee el criterio necesario
para tomar decisiones. Por eso, la segunda condición consiste en ser un juicio
decisivo en tiempos de crisis.
Pero
la racionalidad contenida en el juicio recto, que en circunstancias de crisis
se dirige a la raíz, no puede partir de la concepción analítica de la realidad
que produce un pensamiento fragmentario. Esta comprensión del procedimiento
racional es criticada por Chávez, quien apuesta a un entendimiento de la
realidad como una totalidad y considera al conocimiento como la capacidad de
mirar globalmente sobre ella. La extrema estratificación y fragmentación del
saber no permite que se aborden radicalmente los problemas, ni mucho menos que
se pueda juzgar con rectitud una situación. El pensamiento crítico debe ver la
totalidad y dar respuesta contemplando múltiples áreas del conocimiento.
Hasta
ahora la reflexión se ha quedado en lo abstracto. Sin embargo, en este discurso
hay un llamado a la práctica, a través del paso hacia una conciencia crítica.
En un instante fundamental de su disertación Chávez ancla la tarea del pensar
en la acción; sostiene que en tiempos de krisis hace falta una “voluntad
crítica”, entendiéndola como la capacidad de decidir radicalmente por la
transformación revolucionaria. Así, el pensamiento crítico conduce a la
aparición de una conciencia crítica, de donde surge la voluntad que hace
posible los cambios revolucionarios. El objetivo no son las ideas generales
sino la práctica concreta; hablamos de un contenido reflexivo orientado a la
conciencia con fines transformadores.
Todas
las condiciones fundamentales a las que hemos hecho referencia se concretan en
la necesidad de construir esa voluntad. De ahí ha de surgir la masa crítica que
hace posible los cambios. En palabras del líder de la Revolución Bolivariana:
“esa voluntad crítica debe convertirse en una gran fuerza transformadora que es
imprescindible para darle vida al proyecto alternativo”. Sintetizando, para
Chávez el pensamiento crítico es aquel, que mirando a la realidad como una
totalidad, va a la raíz de los problemas, forma un criterio decisivo en tiempos
de crisis y da paso a la conciencia necesaria para que exista la voluntad
revolucionaria. En sus propias palabras:
“El pensamiento crítico, para que lo sea
plenamente, debe pasar a la propuesta alternativa, debe convertirse en
propuesta revolucionaria, en propuesta transformadora en lo político, en lo
económico, en lo social, lo nacional, lo internacional.”
Chávez a través de sus ideas: El pensamiento crítico.
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12:02:00 p.m.
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